miércoles, 30 de marzo de 2011

Viaje a la Toscana italiana

Realizamos un viaje por la Toscana durante el puente de diciembre de 2012... tuvimos la suerte de ver algunas ciudades ya con decoración navideña, y sin demasiados turistas... eso sí ¡mucho frío!

Este es el recorrido que hicimos:



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miércoles, 23 de marzo de 2011

Pisa

Lo primero que hicimos fue esperar a la salida del aeropuerto el shuttle bus que nos llevó a la zona de alquiler de coches, que no está en el propio aeropuerto, si no a 2 minutos en bus.

Después de mirar y remirar por internet, teníamos la idea de que iba a costar unos 150 euros por 3 días, seguro a todo riesgo incluído. Sin embargo, in situ, todas las compañías nos pedían entre 200 y 250 euros (Europcar, Avis, Herz...). Al final lo cogimos con Locauto un Fiat Panda, por menos de 150 euros, pero hubo que devolverlo allí mismo, y no en Florencia, lo que era nuestra idea original... en cualquier caso en el propio aeropuesto sale un tren a Florencia que tarda una hora (y pasa cada hora, aprox), aunque suele haber cola para comprar el billete.

Con el coche... ¡muchísimo cuidado con las multas!!! en particular en el centro de los pueblos o Florencia, donde siempre tienen zonas de paso restringido. A mi me tocó pagar una de 110 euros por equivocarme en una calle... conclusión: son unas urracas...

Empezamos nuestro primer día en la Toscana atravesando la Porta a Lucca de la muralla urbana que rodea el casco antiguo de Pisa. Allí mismo se puede ver el único resto arqueológico de la época romana que se conserva: Las termas de Nerón.

Seguimos caminando hacia la torre, que ya se puede ver entre los edificios, por Via Cardinale Pietro Maffi. Todos los edificios del Campo de Miracoli, donde se encuentran la torre, el Duomo y el baptisterio (en la foto), se inclinan, pero ninguno tanto como la torre.

Baptisterio de Pisa

El mayor atractivo es la torre, aunque no puedes dejar de entrar al Duomo (la catedral) que nos pareció la mejor de todas las que vimos por dentro (tal vez por ser la primera...). También su fachada es digna de verse. El baptisterio cuesta entrada y parece ser que no vale la pena, ya que aparte del púlpito no hay mucho más. También aquí está el Camposanto (con la tierra traída de Tierra Santa) al que no pudimos entrar por falta de tiempo, aunque nos lo recomendaron.

Pisa


Después fuimos dando un paseo hacia la Piazza dei Cavalieri, en el centro de la zona estudiantil. Aquí se pueden ver el Palazzo dei Cavalieri, que es la sede de una prestigiosa Facultad de la Universidad de Pisa; y el Palazzo dell’Orologio que era una prisión medieval. Este edificio tiene una historia bastante tétrica: El conde Ugolino fue acusado de traición en el S.XIII y emparedado aquí junto a sus hijos y nietos…Aunque parece ser que hay otras versiones "un poco menos" macabras. La leyenda aparece en uno de los cantos de la Divina Comedia de Dante.
Seguimos andando en dirección hacia el río para buscar un restaurante y entramos en la Trattoria Il Borgo (Via delle Case Dipinte, 2). Nada del otro mundo a precios asequibles. Aqui tuvimos que empezar a acostumbrarnos a comer el pan sin sal... algo que se repitió durante tooodo el viaje!

Por la tarde cogimos el coche para acercarnos hasta Lucca, que está muy cerca (unos 20 minutos de conducción).

martes, 4 de enero de 2011

Peruggia

Perugia es la capital de la región de Umbría. En principio no pensábamos ir porque se alejaba un poco del camino que habíamos marcado (no está en la Toscana), pero nos alegramos de haberlo hecho.




Al igual que Arezzo o Lucca, tiene un casco histórico medieval en lo alto de una colina muy bonito. Aparcamos el coche en el párking del Mercato Coperto y a la salida ya estábamos en el centro histórico. En Perugia sólo entramos en la catedral de San Lorenzo, pero si dimos un buen paseo para ver desde fuera sitios como la Fontana Maggiore, Palazzo dei Priori y demás edificios singulares que encontramos en la calle Corso Vannucci (llena de tiendas). Al final de esta calle (Piazza Italia) hay un mirador que debe tener bonitas vistas; nosotros no pudimos disfrutarlas porque llegamos de noche.





Nos perdimos un rato por las calles que salen de la Piazza 4novembre (en donde está la Fontana Maggiore) para recorrer un poco más la ciudad hasta la muralla: Via Volte della Pace, Piazza Piccinino, Via Aquila, Via Ritorta... la lista es interminable! Cualquier rincón de cada calle en esta zona tiene encanto y algo que llamará tu atención!



Antes de volver a por el coche de nuevo bajamos para ver un poco la muralla. Nos dejamos muchos sitios por visitar, pero era tarde y teníamos que salir para Siena.

Lucca

En Lucca pasamos muchísimo frío, y la vimos de noche (en esta época del año anochecía antes de las 5 de la tarde!)

Aparca junto a la muralla (en el exterior); la zona parece deshabitada pero una vez que entres te sorprenderás por una ciudad casi medieval llena de encanto. Debe ser una de las pocas ciudades de esta zona que aún conserva intacta la muralla. Nosotros entramos por Porta Elisa, al este de la muralla, y unos pasos más adelante atravesamos Porta San Gervasio, de la anterior muralla de la ciudad, restaurada hace poco y con una iluminación muy bonita de noche. Se puede ver por dónde pasaba el antiguo foso de esta muralla, convertido ahora en acequia (Via del Fosso).

Dimos un paseo por las calles de Lucca, llenas de comercios y de gente poseída por el espíritu navideño de comprar regalos, o lo que es lo mismo, que era casi imposible andar… Las calles principales estaban abarrotadas, pero las aledañas se recorrían muy bien.

La plaza central es bastante moderna, pero interesante. Ojo con los precios, nos cobraron 7 euros por dos chocolates calientes.

El primer sitio que fuimos a ver fue la Torre Giunigi. Una pena no poder disfrutar de sus vistas y de sus árboles en lo alto, pero de noche no merece la pena subir.

Lucca

También paseamos por lo que en tiempos romanos fue el anfiteatro, ahora una plaza con forma oval rodeada por edificios viviendas. Con el buen tiempo tiene que ser muy agradable tomar algo en una de las muchas terrazas que había.

El resto de cosas que visitamos en Lucca fueron la Porta dei Borghi (al norte por Via Fillungo); San Frediano, con su mosaico de estilo bizantino en la fachada (que recuerdos de estambul!); San Michel in Foro y el mercado que estaba al lado (nada del otro mundo); y la Piazza Napoleone con varios edificios que albergan museos, teatros, etc.

El último sitio al que fuimos es el duomo, dando un rodeo para ver unas cuantas calles más, el sitio más bonito, en mi opinión, que visitamos en Lucca. El conjunto de la plaza, la catedral y el campanario es un poco extraño, seguramente por todas las reconstrucciones que ha visto, pero muy interesante. Sobre todo la fachada del duomo, con multitud de decoraciones distintas.
Después de hacer aqui unas cuantas fotos, aprovechando que no había nadie en la plaza y la iluminación nocturna, volvimos al coche por Porta Elisa.



Peruggia





De vuelta en Pisa, cenamos en una pizzería en Via Luchesse.

Arezzo

Fue una gran sorpresa, con una parte alta muy bonita, unas vistas sobre el valle y una plaza central muy grande.

Lo primero que visitamos fue la casa de Vasari (2 euros; a los menores de 25 años, 1 euro), famosísimo en la Toscana y de quien nos fuimos encontrando obras durante todo nuestro viaje. La visita es a la planta baja de la casa, cuyas paredes y techos están decoradas con pinturas de amigos, mentores, artistas, etc. Fue lo primero que encontramos asi que decidimos visitarla, pero creemos que en Arezzo hay muchas cosas para ver, casi todas más interesantes.



Después, caminando hacia el duomo, visitamos una iglesia muy antigua que encontramos casi por casualidad, la Iglesia de San Domenico (S. XIII).


Arezzo


En su interior las paredes están decoradas con frescos que apenas se ven, por la mala iluminación que nos encontramos (hay que pagar para encender la iluminación...)

Una vez fuera seguimos subiendo hasta llegar al duomo (muy austero comparado con el resto de catedrales que visitamos), que estaba cerrado a esas horas… Asi que fuimos a la parte trasera, donde hay un parque, para echar un vistazo desde un mirador. Las vistas de la Toscana desde aquí son preciosas, y deben serlo más unas semanas antes, con todas esas colinas verdes y doradas, las viñas y las villas al fondo.

Arezzo

Bajamos hasta la Piazza Grande, que tiene un mercado de antigüedades los domingos, con la bonita vista que hacen el conjunto de Pieve di Santa Maria, el Palazzo della Fraternità dei Laici y el campanario con la torre del reloj.

Bajo los arcos hay un par de restaurantes, pero estaban llenos así que bajamos un poco para comer en la Via Giuseppe Mazzini. Pedimos unos entrantes (bruschetta?) que eran unas tostas muy ricas de tomate y setas, pero una de ellas era de hígado (sorpresa!), es típico ¡pero no nos gustó nada de nada! Después lasaña (impresionante) y gnocchis. El sitio estaba en Via Giuseppe Mazzini,6 y se llama Trattoria Il Saraceno.

Después de comer cogimos el coche de nuevo para ir hasta Perugia, en Umbría, a la que llegamos de noche.

Siena

Siena

Aunque es pequeña, dado que el centro está prohibido al tráfico rodado, en teoría, tuvimos que dar un buen rodeo para llegar al hotel. Menos mal del GPS !!! Imprescindible si vas a moverte en coche, sobre todo si vas en invierno como nosotros, ya que anochece antes de las 5 de la tarde.

Llegamos a Siena por la noche, y entre hacer el check in y dejar las maletas en la habitación nos dieron las 22.00. Los italianos serán muy parecidos a los españoles, pero tienen un horario de cenar muy adelantado y muy estricto! Entramos en más de 5 sitios sólo para oír que la cocina estaba cerrada… Como la cosa empeoraba por momentos volvimos al hotel (cuyo restaurante también estaba cerrado…) y nos indicaron un sitio que podía estar abierto. De hecho lo estaba, la mejor pizza que he comido hasta el momento! Ristorante Pizzeria Due Archi (Piano dei Mantellini, 48)

Volvimos al hotel, ya de mejor humor; no había mucho ambiente en Siena por la noche…

A la mañana siguiente madrugamos un poco y desayunamos por el camino mientras decidíamos qué ver. Siena, como Roma, está construida sobre 7 colinas, por lo que las vistas desde puntos de la ciudad a lugares como el Duomo son realmente bonitas. Desde el hotel las vistas también eran preciosas: la muralla, colinas y paisajes típicos de la Toscana. Se pueden ver las mismas vistas desde un mirador cercano, en Via Ettore Bastianini.

Empezamos nuestro paseo caminando desde el hotel hacia la Piazza del Campo: la plaza tiene forma de abanico y está dividida en nueve sectores que representan el Consejo de los nueve, responsable del gobierno durante la época medieval. En el centro de la plaza hay una fuente de mármol Fonte Gaia, y varios edificios como el Palazzo Piccolomini o la Loggia della Mercanzia, donde hacían sus negocios los mercaderes y prestamistas. El edificio más importante es el Palazzo Pubblico (aún hoy sede del Ayuntamiento) al que entramos sólo para visitar el primer patio, pero que tiene multitud de salones con frescos para visitar. El campanario del palazzo es la segunda torre más alta de Italia.

Después continuamos el paseo a través delas calles estrechas hasta la Piazza San Domenico para visitar su iglesia gótica. En el interior está la capilla de Santa Catalina, construida para guardar su cabeza incorrupta (!) que ahora está custodiada sobre el altar.

Más interesante que el interior de San Domenico me pareció la vista del Duomo en lo alto de una colina que puedes contemplar desde esta plaza. Este fue nuestro siguiente punto en el recorrido. Para llegar hasta aquí bajamos primero de la Piazza San Domenico para volver a subir la colina hasta la Piazza del Duomo y asi poder dar un paseo por una zona que no conocíamos y que nos volvió a dejar bonitas vistas de las colinas de la ciudad.

El Duomo de Siena me pareció, junto con el de Florencia, la iglesia más espectacular que vimos en nuestro viaje. Pasamos un buen rato contemplando la impresionante fachada gótica de piedra blanca y negra, pero al final no entramos (empezábamos llegar a un punto de saturación de iglesias y todavía nos quedaba Florencia). Aunque nosotros no entramos, nos han dicho que merece la pena visitarla. Cuando accedes a la Piazza del Duomo desde el arco de acceso al baptisterio puedes ver a la izquierda la nave lateral de la catedral, que quedó incompleta porque la peste asoló la ciudad. El Museo dell’Opera del Duomo también está en esta plaza.

Una vez visitado lo más importante de Siena (aunque lo mejor es dar un paseo por las calles que rodean la Piazza del Campo y disfrutar las vistas y el ambiente) hicimos el check-out y nos dirigimos a San Gimignano.

San Gimignano

San Gimiggiano

San Gimignano es uno de los pueblos más famosos y más visitados de toda la zona. Tiene, por supuesto como todos los demás, ese aire medieval y todos sus edificios, murallas e iglesias forman un conjunto perfectamente conservado que da una idea de aquella época. Sin embargo, nos pareció que estaba lleno de tiendas de todo tipo, y que esto le restaba bastante encanto; parecía un pueblo preparado para turistas, al que le faltaba algo auténtico…

Aparcamos el coche en un parking fuera de la muralla. Entramos a la parte histórica atravesando la muralla para recorrer Via San Giovanni hasta la Piazza della Cisterna. Es una de las dos calles principales y, como ya he dicho antes, está repleta de comercios con productos de todo tipo: joyas, restaurantes, gastronomía, grabados y cuadros, etc. La mayoría son productos típicos de la zona.

La Piazza della Cisterna toma su nombre de un pozo que está en el centro,y está rodeada de viviendas levantadas en los siglos XIII y XIV.

A lado está la Piazza del Duomo con el Palazzo del Popolo (Ayuntamiento) que alberga el Museo Civico en las galerías superiores y la Torre Grossa desde la cual se puede ver un panorama espectacular. Nosotros solo entramos en el patio interior del Palazzo y subimos hasta la galería de arriba (sin entrar en el museo) para poder tener una vista del pueblo desde lo alto.

En esta plaza había un mercado pequeño de productos típicos de la región, con jabones, alimentos…

Después dimos un paseo por Via San Matteo, la segunda calle principal del pueblo, y compramos unas porciones de pizza (4,5-5 euros dos porciones) para visitar el pueblo mientras comíamos.

El último sitio al que nos dirigmos antes de coger el coche de nuevo fue hacia Via degli Innocenti para hacer unas cuantas fotos desde un mirador.

Nosotros tuvimos el tiempo justo para visitar el pueblo, pero también se pueden ir a ver el Museo della Tortura, La Rocca o Sant’Agostino. Y recomendamos parar en el camino, antes o después de llegar a San Gimignano, para hacer unas fotos o simplemente disfrutar de la vista del pueblo a lo lejos, con sus torres del S.XIII en medio del paisaje de la Toscana.


San Gimignano


Volterra

Nos habían informado que el único atractivo es para los fans de Crepúsculo, así que pensamos descartarlo, pero como juntamos algo de tiempo nos acercamos. La verdad que el pueblo tiene encanto y, sobre todo, unas vistas espectaculares.

Volterra conserva una buena cantidad de restos etruscos, y tiene museos y edificaciones medievales por los que es famosa.

Nosotros nos limitamos a dar un paseo por la ciudad, visitar el Duomo (para nosotros no tiene mucho interés comparado con las catedrales anteriores que habíamos visitado) y el arco etrusco que está en una de las entradas de la muralla.

Rápidamente cogimos el coche para llegar a Pisa de nuevo y poder devolverlo. Una vez devuelto el coche en el aeropuerto tomamos un tren (que sale del mismo aeropuerto) hasta la estación de Pisa Centrale, de donde salía otro tren a Florencia.

Florencia


Plaza Santa Maria Novella, Florencia

Tardamos un hora en llegar en tren regional desde Pisa Centrale (Pisa C. Le.) hasta la estación Santa Maria Novella (Firenze SMN), que es la estación que estaba más cerca de nuestro hotel en el centro. Hotel Machiavelli Palace. Una buena parte de esa hora la pasamos haciendo cola en la taquilla de la estación de Pisa y esperando a que nos dieran los billetes...

Una vez hecho el check-in fuimos a cenar a un restaurante al lado del hotel, en la misma Via Nazionale: Osteria All'Antico Mercato. Cenamos Ravioli al ragu Toscano y Risotto alla Chiantigiana con una ensalada capresse y una botella de vino. Buena comida y buen precio.

Después de cenar fuimos directamente al hotel a dormir, el día había sido muy largo y estábamos muy cansados.

PRIMER DÍA EN FLORENCIA

Duomo




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Empezamos nuestro primer día en Florencia con una visita al Duomo (Santa Maria del Fiore), que está a 5 minutos del hotel. La Piazza di San Giovanni, donde están el baptisterio y la fachada principal de la catedral estaba llena de turistas. Pasamos un buen rato haciendo fotos y observando la puerta este del baptisterio "Puerta del Paraíso", con paneles donde Ghiberti talló unos bajorrelieves en la madera y más tarde recubrió con papel de oro. Los originales están en el Museo dell'Opera del Duomo.

No entramos al Duomo pero si subimos los 414 escalones del Campanile (campanario) para disfrutar de unas vistas espectaculares del centro de Florencia (6 euros).

Una de las visitas que más nos gustó del viaje, aunque se hace un poco duro subir; hay tramos más o menos largos de escalera muy estrecha con gente subiendo y bajando al mismo tiempo. Para descansar un poco de tanto escalón la torre tiene unos tres niveles para disfrutar de la vista desde alturas intermedias.

Piazza della Republica

Caminando desde la Piazza di San Giovanni hacia Ponte Vecchio pasamos por la Piazza della Republica, construida sobre el antiguo gueto judío de Florencia. Había una exposición de coches de varias épocas, incluyendo uno de Fórmula 1.

Piazza di Mercato Nuovo

Con un mercado cubierto, que me recordó bastante al Gran Bazar de Estambul, carteras, cazadoras de cuero, pañuelos, etc.

Ponte Vecchio

Casi por casualidad dimos con el puente más famoso de Florencia. Se sostiene sobre tres arcos sobre el río Arno y es el puente más antiguo de Europa. Desde la época medieval ha habido aquí comercio, se dice que porque en el puente se estaba exento de pagar impuestos; ahora está lleno de joyerías y comercios similares.

Es curioso atravesarlo y ver a ambos lados los comercios, aunque a mi personalmente me decepcionó un poco. Es mucho más bonita la vista de Ponte Vecchio desde el puente más cercano cuando ya es de noche.

Santa Maria del Carmine

Después de cruzar Ponte Vecchio dimos un paseo por el otro lado del río, en el barrio de Oltrarno ("al otro lado del Arno"). En tiempos se consideraba de menos categoría vivir en esta orilla del río; aquí residían los que no eran lo suficientemente ricos como para construir su palazzo en el centro de Florencia; hasta que los Medici se instalaron aquí.

Entramos en Santa Maria del Carmine, cuyo principal atractivo es la capilla Brancacci. No recuerdo bien a que hora entramos, pero en seguida vinieron a decirnos que la iglesia estaba cerrando y que fuéramos al museo, si queríamos. Se pueden visitar la capilla Brancacci y el convento desde aquí, previo pago, que debe ser lo realmente interesante. Como había cola y un poco de hambre decidimos buscar un sitio para comer.

Cruzamos de nuevo el río, esta vez por el Ponte Santa Trinita, disfruando de las vistas de los edificios de ambas orillas. Encontramos un restaurante pequeño y acogedor con unos precios razonables; además en la carta que había en la puerta ponía que no cobraban el servicio, algo habitual en todos los restaurantes que habíamos visitado. Restaurante Parione.

Después de hacernos entender con un exageradamente amable camarero, pedimos cada uno un plato de pasta (10 euros, como ponía en la carta) y una copa de vino; esto último recomendación del "atento" camarero, cuando al decirle que no íbamos a pedir una botella de vino nos sugirió que pidiésemos sólo dos copas para que asi nos saliera más barato. También pedimos un tiramisú de postre, bastante escaso y normalucho, para compartir y un café. No había carta de postres por lo que nuestro amigo camarero nos dijo lo que tenían. Cuando nos trajo la cuenta de 45 euros (!) vimos que nos habían cobrado 7 euros por cada copa de vino (no entiendo demasiado de vinos, pero sé diferenciar uno malo y éste me recordaba a don simón)…

Una vez pasado el cabreo, nos dirigimos hacia la Piazza de'Pitti, de nuevo en Oltrarno, para visitar el Palazzio Pitti y los jardines Boboli.

Palazzio Pitti y los jardines Boboli

¡Ojo con los horarios! Recomendamos que sean lo primero que miréis en la taquilla. Nosotros pagamos 10 euros por una entrada con la que se pueden visitar los jardines, museo de la porcelana, galleria del costume y museo degli argenti… Sólo nos dio tiempo a ver los jardines, que cierran a las 16.30 en invierno, y cuando volvimos al palazzo a visitar los museos nos dijeron que ya estaban cerrados, así que fue un chasco de visita. Estos italianos y sus horarios…

Eso si, los jardines son preciosos. Los visitamos con lluvia, pero eso hizo que casi no hubiera turistas. Empezamos el recorrido pasando por el anfiteatro, en donde se representaban las primeras óperas de la época y de donde se sacó la piedra para construir el palazzo. Caminando por el paseo central se pueden contemplar una buena cantidad de estatuas clásicas hasta llegar a L'Isoloto, un jardín rodeado por un foso y estatuas. En el centro hay una fuente.

Después de visitar esta parte subimos por un camino en zig-zag hasta una explanada con más estatuas y unas vistas muy bonitas de la ciudad, pero aquí un guarda nos dijo que ya estaban cerrando y tuvimos que volver por donde habíamos venido.

Basílica Santo Spirito

Al lado casi del Palazzo Pitti se encuentra esta iglesia, proyectada en el S. XV por Brunelleschi, cuya fachada está sin decorar. En el interior se pueden ver (pero no fotografiar, claro!) multitud de obras de arte renacentistas en sus 38 altares laterales.

La basílica está en la Piazza di Santo Spirito, que nosotros no pudimos disfrutar muy bien por estar en obras. Sin embargo, aquí hay varios palacios medievales (el más importantel Palazzo Guadagni), un mercado y talleres de restauración de muebles.

Piazza della Signoria

Lo más bonito de Florencia, junto con el Duomo, en mi opinión. Este sitio ha sido el centro de la política de la ciudad desde el siglo XIV, en dónde se reunían los ciudadano s cuando se les convocaba a parlamento o donde se quemó a Savonarola en la hoguera. La historia de la plaza se remonta a la prehistoria; ahora mismo hay un panel en la plaza (justo al lado de la tienda de chanel) en donde explican los restos romanos encontrados, en dónde estarían situados y cómo sería la plaza en aquella época.



Piazza dela Signiora, Florencia

Los edificios más importantes son el Palazzo Vecchio y la Loggia della Signoria.

En la misma plaza hay una fuente dedicada a Neptuno que conmemora las victorias navales toscanas, una copia del David de Miguel Ángel y una estatua de Hércules y Caco.

El palazzo Vecchio sigue cumpliendo su función como ayuntamiento. Nosotros accedimos al Cortile, donde está la fuente del ángel, y a un patio lleno de columnas que hay a continuación. El Cortile también se llama patio de Vasari, todas sus paredes están decoradas con frescos de Vasari.

La Loggia della Signoria o Loggia dei Lanzi es una especie de museo al aire libre con numerosas estatuas; las más importantes "El rapto de las sabinas" y, mi favorita, "Perseo". Esta última es la única de la loggia que es de bronce, y representa a Perseo con la cabeza decapitada de Medusa. De noche con la iluminación que hay en la loggia, proyecta su sombra detrás del resto de estatuas.

Después de pasar un buen rato en la Piaza della Signoria volvimos al hotel a través de las calles cercanas al Duomo y cenamos en un kebap.

SEGUNDO DÍA EN FLORENCIA

Nos levantamos pronto para aprovechar el último día; espabilamos en seguida porque el hotel se quedó sin agua caliente y hubo que ducharse con agua fría…

Fuimos dando un paseo hasta la Piazza San Marco para ver la iglesia del mismo nombre.

En los alrededores de San Marcos están el Giardino dei Semplici, jardín botánico de la Universidad de Florencia, y varios edificios que pertenecen a facultades o lugares relacionados con la Universidad (Palazzo di San Clemente, Palazzo di Gino Capponi)

Dejando atrás la zona de la Universidad entramos en la Plaza della Santissima Annunziata, con la iglesia del mismo nombre, el Spedale degli Innocenti (antiguo orfanato) y un par de estatuas, una de ellas muy bonita (Fontane dei mostri marini)

La siguiente parada fue la Galería de la Academia. La obra más famosa es El David de Miguel Ángel; realmente impresiona verlo de cerca: la expresión de la cara, el cuerpo girado y en tensión… Además de esta estatua hay muchas más obras para ver: El Rapto de la Sabina, varias pinturas y esculturas y el Dipartimento degli strumenti musicali, una especie de museo de instrumentos musicales muy interesante.

A 15 minutos a pie de la Galería está Santa Croce, una de las iglesias más bonitas de Florencia, en mi opinión. Esta basílica es conocida por ser el lugar donde Stendhal en 1817 padeció los síntomas de vértigo, palpitaciones, confusión, etc, llamándose a partir de ese momento Síndrome de Stendhal. En su interior (al que no accedimos) están los sepulcros de Galileo, Miguel Ángel , Vasari, restos de Maquiavelo y muchísimos retablos, frescos, esculturas, etc. En la Piazza de Santa Croce había una especie de feria alemana que tuvimos que atravesar para llegar al siguiente punto: La Piazza della Signoria.

Como fue uno de los sitios que más nos gustó de Florencia, volvimos durante el día para poder ver todas las esculturas de nuevo.

Caminando hacia el norte entramos en la Iglesia de Orsanmichele, en plena zona comercial. Fue construida en 1337 como un mercado de granos. Más tarde fue convertido en iglesia y usado como capilla por los más poderosos gremios de artesanos y comerciantes de Florencia. En la planta baja del edificio están los arcos del siglo XIII que originalmente formaron la logia del mercado. El segundo piso se dedicó a los oficios, mientras el tercero albergaba uno de los graneros municipales, mantenido en caso de hambrunas o estados de sitio. A fines del siglo XIV se le ordenó a los gremios encargar estatuas de sus santos patronos para embellecer la fachada de la iglesia. El interior está decorado con frescos y un tabernáculo gótico. Merece la pena entrar.

La siguiente parada fue el Duomo (3,50 euros). Después de estar un buen rato contemplando la fachada entrar me decepcionó profundamente. Mucho más vacía de obras de arte que cualquiera de las anteriores que habíamos visitado, lo que más me llamó la atención fueron las ruinas que se descubrieron hace no mucho en el sótano: ruinas de casas romanas, un pavimento del cristianismo temprano, ruinas de la antigua catedral de Santa Reparata y ampliaciones sucesivas de esa iglesia. También se puede acceder a la cúpula y contemplar las pinturas muy cerca.

Siguiendo hacia el norte y dejando atrás el Duomo, llegamos a San Lorenzo, rodeada de tiendas y restaurantes para el turisteo. Por fuera no es demasiado vistosa, y no entramos dentro.

La última iglesia que visitamos fue Santa Maria Novella, cerca de la estación y el hotel. Hay que atravesar un patio con sepulcros y entrar en la basílica (3,50 euros). En este punto estábamos ya hartos de iglesias, pero merece la pena entrar a verla por la cantidad de obras de aarte que hay en el interior y que (sorpresa!) no podrás fotografiar: fresco de La Trinidad, obra de Masaccio, la Capilla Tornabuoni, y la capilla Gondi, que alberga la única obra en madera de Brunelleschi, el famoso Crucifijo. Giorgio Vasari fue el arquitecto que llevó a cabo una de las reformas.

Sta.Maria Novella, Florencia